sábado, 14 de octubre de 2017

Llora la mujer sin manos


Atrapada, ahorcada con cadenas,
mojada por una triste tempestad;
amenazada por la lanza,
con los pies pegados al suelo,
humillada por el hombre que sonríe.
Llora la mujer sin manos
incapaz de hacer algo.
Su cuerpo es objeto de abuso

En su cabeza
han clavado espinas,
su rostro ha perdido su gracia,
la han generalizado.
Todos los rostros
cumplen un arquetipo
de sumisas, complacientes,
calladas, tontas, siempre sonriendo.
Mas sin embargo, dentro
existe su tristeza.

El hombre que sonríe
la convirtio en un mero
deposito de su semen,
un juguete sexual vivo,
sin remordimiento alguno,
por alguna extraña naturaleza
que yo aún no comprendo.