Solo necesito acostumbrarme hasta que ya no sienta nada; hasta que tu sonrisa no encienda ni una flama en mi corazón.
Te dare un ultimo beso en la mejilla, a la orilla de tus inalcanzables labios, y otro en la frente, entre tus cejas.
El primero, para apagar el fuego que arde en mis labios adoloridos.
El segundo, para dejarte esas lindas ilusiones y todas aquellas sonrisas pérfidas; porque yo ya no las quiero.
Solo es cuestión de acostumbrarse, a seguirte viendo y no buscarte; sin si quiera esperar un próximo encuentro entre los dos, con las mismas altas expectativas que tenia sobre tu afable y muy amigable trato.
-20/02/2017
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