¿Pero por qué le damos tanta
importancia al fin de un año? Porque ponemos en perspectiva lo que hemos vivido
y aprendido, o al menos así debería ser. He leído muchos comentarios pidiendo
al 2017 que se termine ya, mostrando que no tuvieron una buena experiencia,
pero la verdad es que esto sucede cada año, incluso en las mismas personas.
Creen que al siguiente año les ira mejor y muchas veces no es así, pues lo que
aprendieron se les metió por una oreja y se les salió por la otra.
Este año comenzó con la toma de
poder del ahora presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el 20 de enero.
Un ser tan controversial, tanto por sus propuestas de campaña, su actitud altanera
con sus homólogos y sus mandatos. La población mexicana se vio más
escandalizada por el tal mentado muro, el cual sabemos que no levantara ni la
primera piedra. Viéndolo de otra manera, el muro era una metáfora acerca de las
medidas para emigrantes ilegales, provenientes de diferentes países
hispanohablantes, asiáticos, etc. Un muro hecho de leyes nacionalistas. Como un
buen amigo me dijo: “Trump es un buen presidente para Estados Unidos, por eso
es que todos sus mandatos nos parecen injustos para los mexicanos”.
En febrero fue mi cumpleaños, cumplí
19 años y regrese, por un tiempo, al vicio del cigarro. Fue también el comienzo
de mi segundo semestre en el Tecnológico, que unos meses después se mostraría
como el primer y último –tratare de mantenerlo así- semestre de menor eficacia en mi vida
académica. Además de que comencé mi servicio militar nacional, una experiencia
que ya he narrado, consúltala aquí.
En marzo fui por primera vez a
Puebla, Puebla. Un hermoso lugar, tan colonial, tan aahhh… Según iba
acompañando a un amigo a su examen de admisión en la BUAP, en la facultad de
medicina. Creo que después de esta experiencia, mi amigo ya no me volvera a invitar, porque me desaparecí de él como por tres horas. La neta que Puebla es hermosa. Me quede con las ganas de ir a la biblioteca palafoxiana y explorar un poco más el centro. Aún recuerdo el rico sabor del ultimo cigarro en esa bella ciudad.
El resto del primer semestre del
año, recuerdo que fue muy caliente. Durante esos meses me ensimisme, debo
decirles la verdad. Poco me entere del mundo, me enfoque más en mis problemas.
Conocí a nuevos amigos, que para bien o para mal, me hicieron salir más de mi
casa. Fue divertido convivir con ellos. Viéndolo bien, los primeros seis meses
del año, no fueron los mejores para mi este 2017.
En vacaciones de verano, tuve que
recursar una materia, en el mes de julio. Ese mismo mes, también entre a
trabajar de chalan de albañil. Aprendí a hacer mezcla, levantar cosas pesadas y
también me ejercite, mucho es poco. Puse mi cuerpo a prueba. Por esos días
también las cosas estaban tensas en el mundo. Se dio a la luz la noticia de que
Corea del Norte seguía mejorando y probando su armamento nuclear. La broma (o profecía)
más común en el servicio militar era la de que íbamos a ser la carne de cañón
para esta tercera guerra mundial, algo que a ratos no nos parecía tan lejos de
la realidad y sí mucho muy terrible de imaginar. La guerra no es para nadie.
Como termino el año
Las vacaciones de verano
terminaron, comenzó el segundo semestre del año con él, al igual que otro
semestre en el Tec. Mi asignaron un horario macilento, de solo 4 materias. Me
deprimí un poco por esto, pero me propuse el sacar 100 en todas ellas.
La segunda mitad del año me trajo
nuevas amistades que se volvieron muy unidas y amistades que se reforzaron.
Disfrute de muy buena compañía durante el almuerzo y algunas materias. Forme
una buena amistad gracias a la literatura de Allan Poe, y en base a esta, forme
parte de un suplemento cultural de donde hice muchos amigos más. Con mis amigos
viví mucha nuevas aventuras estresantes, divertidas, borracheras y
apasionantes. Y así como me propuse
sacar una excelente calificación, lo logre, exceptuando una materia que saque
un 93.
Puedo decir que lo mejor de este
año fueron mis viejos y nuevos amigos, los libros que leí, la música que
descubrí, los nuevos lugares que visite, los eventos culturales a los que fui;
los infortunios, los desastres naturales, la solidaridad mexicana, el apoyo
internacional y el local. Después de las desgracias, los bad hombres que están a
cargo de lugares de poder, de las desventuras; el 2017 estuvo lleno de eventos
que dan más razones para seguir vivo y mejorar.
Hasta la próxima entrada.
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